Apareciste en mi vida de repente,
Invadiendo el inmenso vacío de este corazón,
En el que cada vez más, aprieta el frío.
Dime como hacerte entender,
Que sólo quiero envolverme en tus sonrisas,
Sólo quiero que pongas títulos a mis días
Y que sin dudar, te mezcles conmigo.
No habrá estrategia alguna,
Pues en este juego seremos sólo tú y yo,
Y da igual que la guitarra esté desafinada,
Porque eres la melodía perfecta
Para estas palabras que nunca acaban.