No sabía como empezar, no sabía como dejar volar estas palabras. Con sólo un paso más, me hubiese partido en dos, hubiese ocultado este sol, que hoy alumbra mi destino, hubiese sentido el frío, que congela los sentidos.
Desde que no estás,
me pierdo en tu lado de la cama,
me envuelvo con los sueños que soñabas,
me abrazo a la almohada impregnada,
de suspiros que demandan tu miradas.
la melancolía de tus besos me atrapa, sin frenos, sin nada donde agarrarse, invade cada hueco de este pobre corazón, que susurra cuentos que no acaban sin tu amor.
Me despierta tu respiración dormida, me lleva al fondo de algún mar, donde solo ante tanto amor, descubro que todo lo que siento, viaja en una sola dirección.
Intento pintar del mismo color, los días que pasan y se pierden, para intentar volver a encontrar, la esencia perdida en aquellos rincones, donde todo daba igual.
Intento buscar en cualquier lugar, la fórmula exacta para calcular, hasta cuando este sol, que bendice cada despertar, dejará de brillar.
Enemigo de la esperanza que invade mis sentidos,
viajo a su favor en el tren de los recuerdos,
que como el viento de poniente me despeina el alma,
que como el frío de madrugada me empaña las miradas.